martes, 23 de noviembre de 2010

LA SEÑORA


                                              La señorita....
                                          
                    Ella era joven morena, de tez pálida, llevaba las uñas pintadas y dicen que estaba a punto de casarse.....

                      Ella era de buena familia, de dinero, de buena cuna, de otras costumbres...andaba altiva, sin serlo, fina sin proponérselo....

                       Ella, era ella...nadie....y todo...siempre sonreía sin hacerlo, candida, tierna.....    

                        No es porque yo lo diga, no es porque lo hayan contado, no es porque a mi se me antoje...ella era así.

                        Dicen que llego un verano, por la tarde...en un coche negro, se bajaron unas gentes, dos mujeres y dos hombres; una de ellas era...ella.

                         Ese día enterraron a alguien, el coche salio a Alhama; quizás se lo encontraron.
                         Se reunió toda la gente...dicen...para su recibimiento...bueno todos no...Muchos que pudieron si.

                         Al día siguiente...la vieron pasear...por el patio, por los pasillos...iba de blanco, como una dama en su palacio...casi se confundía con las monjas; pero ella era como mas alta, sin la cabeza cubierta...su cabello moreno, su melena...

                          Visitaba a los enfermos...hablaba con ellos, parecía que desde que ella estaba allí, hacia mas calor...había mas alegría...su paso por las estancias era como una brisa que a todo el mundo inundaba...las miradas se iban hacia ella, se dirigían como una visión limpia....nadie tenia pena...su presencia era de alegría...

                           Muchas veces cuando recibía correspondencia, se quedaba callada, quieta...como pensando...solo rompia el silencio, la tos....decían que era carta de su novio...sus ojos se inundaban de lagrimas...

                            En las veces que recibía paquetes, era una fiesta para todo el sanatorio, repartía sus viandas para hacer una fiesta....e incluso su ropa a veces había quien la vestía...no tenia problemas "te gusta para ti"... era como una hada madrina.

                             Algunas veces se le oía cantar....en su habitación, era como  si una emisora estuviera en onda, una FM particular del sanatorio....al oírse... a lo lejos el tintinear de una campana el coche bajaba a Alhama. Un día se oyó el tintinear...ella..., cada vez que tintineaba la campana  parecía que cantaba... después ella, cuando ya no estaba...el tintinear era echado de menos...por un lado por que era como si estuviera ella, con su calor, su alegría... corría por las estancias.

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